La perspectiva crítica nos habla de la necesidad de que el profesional docente someta sus valores y sus objetivos educacionales a una reflexión autocrítica. Sin embargo, percibe que esa misma deliberación puede estar distorsionada e impedida, como ya sabemos, por las propias estructuras institucionales. Por ejemplo nos encontramos con distorsiones por las representaciones sociales que han caracterizado a la escuela como igualadora de la sociedad (en teoría), cuando la realidad nos indica que no se analizan las condiciones culturales y sociales con que ingresan la mayoría de sus estudiantes, y que finalmente terminan transformandose en distancias escolares. De esta manera el docente puede analizar el fracaso escolar de manera distorcionada, atribuyéndolo a problemas individuales centrados en la carencia de esfuerzo, de dedicacion o simplemente a falta de capacidad por parte del estudiante, haciendo muy dificil que el educando reflexione de manera autocrítica sobre la incidencia de su labor en la legitimación de una situación de injusticia social.
A su vez tambien, esta perspectiva intenta conciliar la contradiccion teoria-praxis por medio de la autoreflexion socializada, y contextualizada en el que se envuelve el proceso. la principal forma de resolver la contradiccion es convertir a la praxis en una actividad informada desde la teoria y sometida a una revision permanente.